¿El agua adelgaza? ¿Beber agua durante las comidas engorda? Estas son preguntas frecuentas que se derivan de mitos que se oyen por ahí. En este artículo vamos a intentar dar respuesta a este tema.
Cerca del 72% de la masa libre de grasa del cuerpo humano está hecha de agua. Para su adecuado funcionamiento nuestro cuerpo requiere entre uno y seis litros de agua diarios para evitar la deshidratación. La cantidad exacta, dependerá del nivel de actividad, temperatura, humedad y otros factores individuales de cada persona. El cuerpo pierde agua por medio de la orina y las heces, la transpiración y la exhalación del vapor de agua en nuestro aliento.
El agua es parte vital de muchos procesos metabólicos en el cuerpo. Cantidades significantes de agua son usadas durante la digestión de la comida.
- El agua no engorda. El agua no contiene calorías. Es decir no aporta energías ni nutrientes. Por lo tanto el agua no engorda. Sin embargo cumple funciones esenciales en el organismo. A veces se ha dicho que el agua no engorda si la bebes antes o después de comer, pero sin embargo si el agua se bebe en la comida (durante la comida), engorda. Pues bien, eso no es cierto. El agua es acalórica, no tiene 0 calorías, por tanto no engorda de ninguna manera, no importa el momento en que se tome. En todo caso sería al contrarío, beber agua durante la comida puede inducir una sensación de saciedad
- El agua no adelgaza. El agua no posee la función de quemar calorías. Es decir, que no por beber agua se puede adelgazar. El agua por sí misma no es capaz de degradar las grasas, ni de ejercer efecto "quemagrasas". Sin embargo sí que es cierto que en los procesos metabólicos y quemagrasas, es indispensable el agua.
- El agua tiene efecto saciante (calma el apetito). Esta es una de las características importantes del agua en las dieta para adelgazar. Beber un agua antes o durante la comida nos ayuda a saciar el apetito y por tanto nos ayuda a comer menos (y eso sí que adelgaza!). Al aumentar el bolo alimenticio en el estómago, la sensación de saciedad hace que nos sintamos más satisfechos después de comer, aunque la comida haya sido ligera.
- El agua ayuda a eliminar líquidos. Al beber mucha agua ayudamos a nuestro sistema de eliminación a trabajar de forma más eficaz. Los riñones aumentan el filtrado glomerular de las nefronas, de forma que se eliminan más residuos junto con el agua ingerida. El cuerpo cuando ingerimos poca agua tiende a retenerla, sin embargo al tomar mucha agua (más de 1,5 litros), lo que hace es eliminarla en grandes cantidades porque sabe que tiene un buen aporte de agua.
- El agua colabora en los procesos metabólicos. El agua cumple funciones intracelulares muy importantes en el funcionamiento del metabolismo. Gracias a las moléculas de agua (H2O), los tejidos musculares y adiposos, llevan a cabo procesos metabólicos gracias a los cuales se produce el gasto calórico y se queman las reservas de energía del cuerpo (grasas) para producir energía.
Por todo lo visto os animamos a que bebáis mucha agua. El agua es un elemento fundamental de cualquier dieta. Ahora que se acerca el buen tiempo, os animamos a que tengáis siempre a mano una jarra de agua fría con un toque de limón, canela y edulcorante, es una bebida refrescante y baja en calorías (O % cal).