La Navidad se nos echa encima, y con ella, los excesos en cuanto a comida y bebida. Días malos para mantener la línea, la dieta y la salud.
Las comidas y cenas copiosas, los atracones están a la orden del día. Y con ellos los kilos de más, las subidas de colesterol, las subidas de tensión, las malas digestiones, los empachos,… por ello en este artículo te daremos algunos consejos para las comidas navideñas no te amarguen el verdadero espíritu de la Navidad.
- Mientras cocinas: cuidado con los picoteos.
Es muy frecuente que mientras estás preparando esa comida especial, te veas tentada a probar un poco de todo lo que estás preparando para tus invitados. Bueno pues te recomendamos que antes de empezar a preparar tus recetas navideñas, te prepares una bandejita con unos aperitivos light para evitar la tentación de comer un poquito de todo.
- Platos de Carne: Decídete por el Pavo.
Ante la gran variedad de segundos platos que llenan los libros de recetas navideñas, te recomendamos que dejes a un lado la carne de cerdo o de cordero y te pases al pavo. El pavo es más sano debido a que tiene menos grasa y menos calorías. Las carnes de cerdo, el cochinillo, etc. tiene 310 calorías por cada 100 gr. El cordero, la paletilla de cordero, las chuletas, etc. tienen 265 calorías por cada 100 gr. Sin embargo el pavo tiene 102 calorías por cada 100 gramos.
También puedes probar la carne de conejo o avestruz que es muy sabrosa y ligera.
- De entrantes y primero mariscos:
Los mariscos y pescados son ideales para mantener nuestro menú equilibrado, sano y ligero. El único problema es que sube el nivel de ácido úrico, al aumentar las purinas, pero excepto las personas que sufren de ácido úrico, los demás pueden disfrutar de este manjar (hasta donde el bolsillo lo permita), ya que el marisco es bajo en calorías. Aprovecha para aprender a pelar los langostinos y gambas usando los cubiertos, el hecho de tener que usar cuchillo y tenedor te hará tardar más en comértelos y comerás menos.
- Pásate a las bebidas «Sin»:
Cuando hagas la compra elige los refrescos sin azúcar y si es posible las bebidas sin alcohol. Las bebidas con alcohol son muy calóricas, suben el nivel de glucosa en sangre (importante para los diabéticos). Puedes aprovechar para volver a las claras y tintos de verano ( cerveza o vino con gaseosa o limonada).